lunes, 29 de octubre de 2012

Inquietudes.

Recuerdo esos años con cierta añoranza, esos en los que mi mayor preocupación era conseguir apagar la luz media hora más tarde o poder dejar la comida que no me gustara. Días y tardes enteras en las que poder respirar sin estar encorsetada con la preocupación que un simple número pueda infundir en mi. Una cifra que puede cambiar el caudal de toda mi vida tanto en dirección al basto océano como en  la de el más pequeño estanquito. Desde luego, hablo desde el punto de vista que mi corta experiencia me permite tener, perfectamente sé que aún todo lo que me queda por vivir de ahora en adelante será de lo más complicado (y memorable) que tenga que afrontar.
No ando en busca de eclipsar las inquietudes de todo aquel que tiene que llegar a fin de mes con una familia que alimentar, pero comprendan que aunque la vida del estudiante siempre es pintada como la más placentera, en realidad para quien la tiene que vivir en el presente es de lo más complicado. Un cóctel   a base de diferentes alcoholes tales como amores que del día a la mañana pasan de ser dulces como la miel a amargos como el café, influencias, sociedad que trata de hacerse hueco intentando pisarte, incomunicación con la familia o falta de cariño. Estos ingredientes mezclados forman una bomba al puro estilo Molotov la cual un día -como sabemos- acabará explotando. Alcohol que corre por nuestras venas envenenándonos poco a poco, ron, ginebra, whisky... todo suma para el que tiene que beberlo trago a trago abrasándose la garganta. Nadie se ha librado de caer así que lo que realmente cuenta es ser capaz de levantarse y seguir adelante. No es más que apoyar un pie, adelantar el otro, apoyarlo y así sucesivamente, la teoría es fácil solo tenemos que extrapolarla a la práctica. 

jueves, 25 de octubre de 2012

Una cuestión de colada:

Hoy es uno de esos días en el que todo cobra un color gris, todo incluido el cielo el cual hoy se ha cubierto con una espesa manta de algodón a juego. Hace frío. Pesimismo por todos lados, donde está ese color!? Donde esta ese aparente rosa clarito que siempre nos ha acompañado desde la ignorancia externa? Mi vida ha salido desteñida de la lavadora! Siempre tiene que haber un individuo descuidado que mezcle la suya sin percatarse de que hay colores que no se pueden mezclar ya que algunos son más delicados. Toda esta disputa se podría evitar fácilmente haciendo dos coladas o eligiendo un programa de lavado distinto, si es que hay otro mejor; pero acaso estas dos soluciones arreglan algo? La respuesta es que a corto plazo sí, pero toda prenda que se precie tiene sus defectillos... una salpicadura irrisoria aquí, un pequeño roto o descosido allá, todas esas cicatrices de combate que hacen que les cojamos cariño. No hay que evitar centrifugados a altas temperaturas, hay que enfrentarse a ellos, levantar la cabeza y elegir el detergente adecuado. No hay más vuelta de hoja, esto es todo lo que hay que hacer si  buscamos mantener nuestro color vivo. Ya sabes, únicamente has de ayudar a que tu rosa clarito y delicado madure convirtiéndose en un rosa oscuro, fucsia o incluso granate. ¿Quieres que tu vida no destiña? Hay tienes mis consejos de lavado.

domingo, 21 de octubre de 2012

Fan de los olores.

Tengo que admitir que una de las primeras cosas en las que me fijo en un chico es su colonia, ¿Que huele bien?pues ya me tiene prácticamente enamoradita y sin hablar de si aún por encima viste bien.

Pero ese no es el tema del que quiero escribir hoy. Hoy toca: aromas a infancia.  Un olor que a mi siempre me recuerda a mi niñez es el de la plastilina,  por mucho que me esforzase en hacer cualquier figurilla al final siempre parecia un churro, sin hablar de cuando intentaba hacerme collares y me quedaba todo el pelo pringado. Otros olores que me recuerdan a esta etapa son el del lápiz recién afilado, la goma de borrar y las ceras de colores, ¿a quién no? Podía pasarme horas y horas enteras sola dibujando en la cocina o en mi habitación, era toda una artista. Me gusta el olor a lluvia y a campo mojado, es extraño pero me hacen sentir libre y soñar mientras que por lo contrario, odio el de la lavanda.
Debo admitir que soy una de esas personas que caminan fijándose en todo detalle (aveces incluso obviando farolas...). Aunque pueda parecer singular, me gusta observar el cielo, sobretodo cuando hay nubes y a la puesta de sol, cuando estas se tiñen de colores rojizos y rosados cual algodón de azúcar, otro de los olores de mi infancia. Me gusta el olor de la casa de mis abuelos y el de los libros antiguos llenos de miles de aventuras algún día escritas por un romántico. Amo el olor a sal de la brisa marina y el de la crema solar. El de la piña, las gominolas, el detergente y el del bizcocho recién salido del horno. Todos tenemos nuestras rarezas, esta es una de las mias.

sábado, 20 de octubre de 2012

Simplemente, nos ocurre a todos.

A todos nos ha pasado alguna vez, conoces una persona un día y intercambias tu número de teléfono. Entonces empiezas ha hablar con esa persona todos los días a todas horas hasta entrar en una rutina la cual se podría describir con una multitud de adjetivos todos ellos positivos. Cada vez esa persona digital te va atrayendo más y más hasta el punto de quedar totalmente encajada en su gravitación, depender el tiempo completo de ese individuo como si de la Luna a la Tierra se tratara. Una noche, ya desde cama después de despedirte, en su contestación te suelta un "te quiero" despistado, el cual a ti sin duda te hace dormir con una sonrisa, y a partir de ahí un buenos días fea, cariño, amore, preciosa, o incluso princesa dependiendo del día, al igual que un buenas noches acompañado de esas ocho letras escritas hay arriba. Poco a poco te empieza a gustar, se convierte en la ilusión de tus días; pero el tiempo pasa y con ello los días de interminables conversaciones las cuales poco a poca van cayendo en la monotonía. Te mueres de ganas de quedar con él, verlo en persona, pero las circunstancias hacen que eso sea difícil. El tiempo sigue pasando y un día te dice que va a salir por tu ciudad con amigos comunes, te dice que quiere que salgas también y que te quiere ver, esa noche tú al igual que la ley de Murphy no puedes salir por cualquier motivo inesperado. ¿Qué ocurre a partir de ese día? Esa persona te empieza a atraer cada vez menos y menos, hasta que empiezas a ver sus "Te quiero"s insípidos, ya no significan nada para ti, y realmente te parece incómodo responderle con un "y yo:)", por lo que poco a poco vas haciendo que las conversaciones antes infinitas se vallan degradando a la típica del estilo "-Hola-Hola-Qué tal?", hasta un día perder el contacto completamente. Suele pasar.

viernes, 12 de octubre de 2012

Vuela.

Sábado tarde, espero a que en mi móvil se encienda la lucecita roja parpadeante y empiece a sonar Champagne Supernova de Oasis. Tardes de aburrimiento sola en casa que te hacen reflexionar sobre absolutamente todo el contexto de tu vida. Rectifico, estas tardes de desconexión al final acaban siendo de todo menos aburridas, música a todo volumen y en ropa interior cuando no toca probar la de todo armario (incluido ajenos) y combinaciones extravagantes de maquillaje. Fotos haciendo el estúpido y bailar descalza por toda la casa, sentirte en la cima del mundo. Saltar, girar, simplemente desahogarte de todo, problemas, injusticias, odios, gentuza... Ser tu misma por una vez, reflexionar sobre sueños de futuro y posibles caminos para llegar a ellos. Salir a correr y ver como pisada a pisada todo pierde importancia, notar como el aire acaricia tu cara y te peina el pelo. Correr aún más rápido, sentirte libre... y entonces escuchas:
How many special people change?
How many lives are living strange?
Where were you while we were getting high?
Slowly walking down the hall
Faster than a cannonball
Where were you while we were getting high?
Someday you will find me
Caught beneath the landslide
In a champagne supernova in the sky
Vuelve la frustación, la apatía y todos los demás pensamientos por detrás, estos se acumulan y llenan tu mente de nuevo impidiéndote volar.

EUFORIA

Se suele decir que nuestra memoria tiene capacidad selectiva, ya que las penurias tienden a olvidarse mientras que los buenos momentos y mejores épocas son las que al final llenan nuestros recuerdos. Sin duda, la aspiración de toda persona es alcanzar unos objetivos determinados, en mi opinión, una serie de obstáculos en una carrera cuya meta es la vida que cada uno más ansía. Estos obstáculos no se ciñen solamente al mundo profesional, sino que abarcan también el ámbito personal, pero sea el campo que fuere, los dos conllevan un gran esfuerzo y dedicación; valores los cuales normalmente traen el éxito a sus espaldas.
Un sentimiento que suele ir bastante ligado a nuestros propósitos archivados es la satisfacción personal, la cual nunca desaparece. Pero, ¿se acuerdan del instante justo en el que consiguieron ese preciado bien o ansiado logro que llevaban tanto tiempo esperando? Ese sentimiento es muy distinto a la satisfacción, más bien se podría describir como una inundación de felicidad pura y repentina inigualada; en este caso es la conocida euforia es la protagonista.
La euforia se podría describir también como la exaltación de la alegría con ciertos matices. La alegría es contagiosa, además de espontánea y muchas veces sin causa; en cambio la euforia muy llevada al extremo puede llegar a un punto incómodo y puede suceder que tras esta fuerte emoción ocurra el proceso contrario, es decir, frustración y depresión. Volviendo a la sensación de euforia, ésta puede manifestarse mediante determinados síntomas: bichitos alados en el estomago, optimismo, risa floja… los cuales se pueden resumir en nerviosismo, o al menos esta es la manera mediante la cual se manifiesta en muchas personas. Éste sin lugar a duda es el mismo nerviosismo que experimenta una persona en un concierto de su grupo favorito entre las masas vibrantes de gente, o un niño el día anterior a Nochebuena o en el día de su cumpleaños.
Esta emoción aparte de estar desencadenada por un suceso importante para nosotros, como está explicado en los párrafos anteriores, también puede ser descrita como el sentimiento de bienestar debido a poseer una perfecta salud o debido a la administración de drogas. Un claro ejemplo de este último desencadenante es el falso sentimiento de felicidad producido por sustancias como el alcohol, el cual puede provocar a la mínima circunstancia contraproducente un sentimiento fuertemente depresivo. Este sentimiento depresivo y pesimista no ocurre solamente tras las alteraciones producidas por diversas drogas, sino que también puede ser producto de inestabilidades mentales de ciertas personas que sufren trastornos de bipolaridad a los cuales se les apoda como maniacos. Estos sufren ciertos ciclos efusivo-depresivos, lo que significa que en un determinado momento uno de estos enfermos de bipolaridad puede sentirse lleno de júbilo, o quizás simplemente estar de buen humor, y al segundo sin ningún motivo aparente cambiar totalmente su estado de ánimo pudiendo llegar a la ira o cólera.
El proverbio inglés “Every cloud has a silver lining” (toda nube tiene un delineado plata) significa que toda situación problemática tiene un lado bueno; este mismo proverbio por otro lado también se podría encuadrar desde la perspectiva contraria, todo hecho o situación positiva tiene alguna adversidad, o yendo más allá, que todo lo bueno tiene que estar en su justa media. Un ejemplo para esta segunda afirmación se podría basar una sustancia tan vitalmente necesaria e imprescindible como es el oxigeno, sin él nos asfixiaríamos, pero a su vez poco a poco nos va oxidando por dentro. Con este ejemplo queda demostrado que la alegría es más que saludable, pero que si llega al paroxismo puede ser perniciosa: euforia.





 

domingo, 7 de octubre de 2012

Sueños rotos.

Hace ya una hora y media que espero en la estación por el ferrocarril destino al infierno. Es una mañana de finales de noviembre con olor a lluvia; se empieza a notar la entrada del invierno. Hace frío, y ni siquiera con el grueso abrigo del uniforme soy capaz de entrar en calor. Escucho atento esperando cualquier sonido que pueda venir de uno de esos gigantes de acero aproximandose mientras que observo desaparecer las vias en la densa niebla. A mi alrededor, familias y otros militares que como yo esperan en silencio con la mirada perdida recordando mejores épocas. Me acuerdo, o más bien intento recordar la sensacion de libertad a principio de verano cuando en mis planes aún estaba en pie lo de estudiar Medicina en la Universidad de Berlín. Debo admitir que soy un fiel creyente de las supersticiones, pero nunca llegue a pensar que aquella fuerte tormenta a mediados de agosto, la cual llegó hasta a partir árboles con sus fuertes vientos y diluvios acompasado con algun que otro trueno, podría sigficar semejante mal agüero. Intento olvidar el momento en el que un enviado del Fürher me vino a comunicar mi reclutamiento a finales de otoño,  el cual tambien me prohibía comenzar los estudios en septiembre según esa misma orden. En ese momento habían acabado de escampar los chubascos que habían estado amenazándonos durante días y días de manera continuada, hasta provocar inundaciones del calibre de la que estaba sufriendo mi corazón en aquel instante. Todos mis sueños y aspiraciones acababan de ser totalmente desbaratadas y arrancadas como si de un caramelo a un niño se tratara y substituidos a cambio, por el capricho imperialista de un hombre llamado Hitler de ganar un par de metros ajenos. Desde ese día vivo sin ganas, sin ilusiones, con una tubia imagen de lo que me espera. Cada vez veo los días mas nublados y oscuros aunque el sol brille en lo alto del cielo.
 Ahí escucho el gritar del complice que viene a por mi y a por los demás "sindeseos" uniformados que a partir de ahora serán mis compañeros en este largo y sombrio destino. Desearme buen viaje.


sábado, 6 de octubre de 2012

Sin sentido.

Un día más  me encuentro aqui delante de la pantalla tecleando una sucesión de letras con sentido para unos, sin sentido para otros. Como muchos de vosotros soy una adolescente frustada que solo busca su lugar en el mundo o simplemente una aceptación.
Debo admitir que no soy una persona fácil de llevar, mucho carácter, manias personales... solo escribo por deasahogo en este lugar que yo misma cariñosamente he apodado como mi rincón, una escapatoria a esta sucesión de segundos.
Mi vida: unos la ven rosa, yo la veo en un abanico de colores. Todo depende de las gafas que lleve puestas cada día, ahora mismo
grisaceas, reflejan frustración e indecision. Sin duda no soy una de esas chicas que son capaces de prestarse por una noche, aunque debo admitir que alguna vez lo he hecho, busco una historia que escribir, una dulce con matices picantes que me deje sin aliento con ganas de más y noches que recordar. Algo deseado no forzado, algo que surja de la nada y que continue con un let it be y un across de universe. Algo real, aunque sea como el viento y no se pueda tocar. Ese algo que un desconocido que camina sobre la Tierra al mismo tiempo que yo pero en un lugar difente un día me ofrecerá. Ese algo que está escrito en un destino que ninguno de nosotros puede elegir, pero si compartir de manera predestinada.