viernes, 25 de enero de 2013

Segura.

El tiempo pasa, las experiencias nos van puliendo y las grietas con los ańos se van acentuando. Ella camina con el alma perdida descalza por la playa. El viento acaricia su cara, está sola, no hay nadie allí pero se siente segura. Libre. El olor a sal envuelve su cuerpo y se adhiere a su piel. Quiere buscar su lugar en el mundo, la vida no la ha tratado bien. Huye de lo conocido, busca algo nuevo, una vida nueva, ser otra persona. No basta un simple cambio de aires, quiere dejar atrás su pasado. Terciopelo, joyas, cabiar. Lujo por todas partes acompañado de un champagne francés solitario. No hay nadie allí con el que ella quiera brindar, nada vale la pena y nadie la retiene.